El pasado miércoles 23 de Septiembre de esta semana fui a una excursión de profundiza para montar en un barco (o ferry) con mis compañeros. Primero, esperamos en el colegio (el colegio Benyamina) a que nos recogiera el autobús.
Cuando nos recogió nos montamos todos mis compañeros en el autobús,(también vinieron alumnos de 4º, 5º y de primero de la E.S.O.) Mientras que íbamos, yo me senté al lado de un amigo mío llamado Álvaro que era el hermano de otro amigo mío Roberto.
El autobús nos trajo hasta Puerto Marina y una vez allí nos montamos en el barco. El barco tenía dos pisos (uno arriba y otro abajo) más un sótano y dos baños. También tenía un mini-bar de licores, pero también había bebidas para niños como agua y refrescos. Una de las partes del barco que más me gustó fue el sitio donde se conducía el barco porque había muchas palancas y botones y un timón (el barco tenía asientos morados.)
desde allí todo de veía muy bien ( yo pregunté si podía conducir el barco pero no me dejaron, además se lo dije a mis compañeros y dijeron de no-sé-qué de que no querían morir.) En el barco me senté al lado de mi amigo Joaquín, que era el que nos había invitado ir al barco. Muchos de mis compañeros le preguntaron a nuestro director Quini si podían merendar en el barco, pero el dijo que no nos lo recomendaría porque si tienes el estómago lleno es más fácil que vomites así que no lo hice. En la excursión pudimos ver peces voladores, medusas y muchos, muchos tipos peces diferentes (pero fuimos a ver delfines que, sin embargo, no vimos.) Lo que más me gustó del barco fue cuando volvimos porque, como íbamos en contra de las olas, íbamos dando pequeños saltitos, que cada vez se hacían más grandes. Lo que menos me gustó de el barco fue que, como cada vez dábamos saltos más grandes, me mareé y me fui al baño, pero el barco seguía dando saltos así que casi me caigo.
Cuando terminamos las excursión, el autobús nos llevó al colegio y allí nos recogieron nuestros padres y terminó el día.
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